La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un parásito, que en el caso de embarazo puede atravesar la barrera placentaria y afectar al futuro bebé.

Toda mujer joven que pueda quedarse embarazada debe seguir precauciones para prevenir la toxoplasmosis, puesto que más de la mitad de los embarazos no son planificados. Un porcentaje muy alto de mujeres tiene anticuerpos del parásito que trasmite la toxiinfección alimentaria porque han tenido ya la infección (muchas de ellas sin síntomas aparentes). El problema de esta enfermedad se plantea durante el embarazo, porque el parásito puede atravesar la barrera placentaria y afectar al feto, provocando graves problemas cerebrales.

En España, a las mujeres embarazadas se les hace la prueba de esta enfermedad en la primera analítica. Si resulta dudoso, se repite el examen.

¿Qué provoca la toxoplasmosis?

La causa de la toxoplasmosis es un parásito llamado ‘Toxoplasma gondii’. La manera más común de contraer esta infección parásita es a partir del contacto de excrementos de gato o al comer carnes crudas o poco cocidas contaminadas con el parásito. Otras fuentes de infección son la leche cruda de cabra, los huevos crudos o vegetales en los que haya defecado algún animal infectado y que luego no se hayan limpiado cuidadosamente con lejía. Insectos, como moscas y cucarachas, que pueden haber estado en contacto con los excrementos de un gato afectado, también pueden contaminar los alimentos.

Cuanto más cerca del inicio del embarazo ocurre la infección, más grave son las consecuencias para el feto.

Los gatos suelen contraer la infección al comer un roedor o un ave infectada. El parásito se reproduce en el intestino del gato y acaba en sus excrementos. Este parásito se vuelve infeccioso en cuestión de días y resiste la mayoría de los desinfectantes. Bajo ciertas condiciones de temperatura y humedad, el parásito es capaz de vivir en el suelo durante más de un año. Por lo general, los gatos infectados aparentan estar sanos.

La toxoplasmosis es una de las infecciones del ser humano más comunes del mundo. La mayoría de los casos pasan desapercibidos. Los síntomas, cuando ocurren, tienden a asemejarse a los de la gripe. A pesar que la infección en forma activa se presenta una única vez en la vida, normalmente, el parásito permanece dentro del cuerpo por tiempo indefinido. Por lo general no produce malestar y se mantiene inactivo a menos que el sistema inmune del portador no funcione correctamente.