Las ojeras se encuentran entre los problemas más comunes de la piel que rodea a los ojos.

La piel del contorno de ojos es la más delicada y frágil del rostro. Al ser sumamente fina permite observar los cambios en la coloración de la piel que dan origen a las tediosas ojeras.

Aparecen como resultado de un exceso de pigmentación o como consecuencia de la congestión vascular en dermis. Dichos cambios dejan traslucirse a través de la piel fina, evidenciándose en forma de oscurecimiento en los párpados.

Las ojeras están asociadas generalmente al cansancio, pero inclusive quienes duermen ocho horas por día pueden padecerlas.

Diferentes motivos intervienen en la aparición de las mismas como la visualización de la red vascular superficial de la piel o la producción aumentada del pigmento melanina en los párpados.

Factores predisponentes

  • Personas con antecedentes alérgicos.
  • Predisposición familiar, tienen un origen genético y suelen manifestarse desde la adolescencia.
  • Episodios reiterados o duraderos de irritación e inflamación en los párpados, sobre todo en las pieles oscuras.
  • Algunas enfermedades como hipertiroidismo, problemas cardíacos, renales o inmunológicos.
  • Tener ciertos huesos perioculares promientes que generan cambios en la reflexión de la luz y por ende sombras oscuras.
  • Medicamentos (bimatoprost, cloroquina, entre otros).
  • Envejecimiento que provoca destrucción de colágeno y elastina y afina la piel.

De acuerdo a cada tipo de piel las ojeras pueden presentar tonalidades diferentes. Las marrones aparecen en pieles más oscuras y en quienes han estado expuestos al sol. En las pieles más blancas las ojeras se manifiestan con un color violáceo.

Diferentes cambios hormonales favorecen el desarrollo de ojeras, es por ello que las mismas se acentúan días antes y durante el período menstrual, así como en el embarazo.

Hay que diferenciar las ojeras de la piel redundante que aparce cuando hay flaccidez o acumulación de grasa en los párpados ya que los tratamientos son distintos. Tampoco debe confundirse con las arrugas.

Tratamientos

El primer paso es intentar determinar el motivo que las origina (genética, alergias, hipertiroidismo, disposición anatómica, ente otros).

La segunda medida es la protección solar ya que la radiación ultravioleta estimula el incremento de la pigmentación y oscurece las ojeras. Debe complementarse con lentes de sol con filtro apropiado.

El tercer paso consiste en cremas o parches que pueden mejorarlas moderadamente pero no deben irritar la piel. Hay que tener en cuenta que la piel del parpado es sumamente delgada y sensible. Estas cremas se dividen en distintos grupos:

  • Refuerzan la vasculatura: hidroxatone, hesperidina y vitamina K.
  • Disminuyen la pigmentación: hidroquinona y dipalmitato kójico.
  • Hidratantes y antioxidantes: vitamina C, ác.hialurónico.
  • Descongestivas y estimulantes de la circulación: chamomilla, gingko biloba.

Es necesario tener en cuenta que el efecto de las mismas se consigue luego de varios meses de uso.

Hasta que comienza a hacer efecto el tratamiento local una alternativa útil para disimularlas es el uso de maquillaje cosmético (correctores y tapaojeras). Se indican diferentes tonos de acuerdo al color de la piel.

El drenaje linfático manual consiste en una serie de maniobras descongestivas que estimulan la circulación. Son realizadas por cosmetólogas profesionales y posibilitan la reducción del edema (hinchazón) en los párpados.

En los casos rebeldes y severos pueden indicarse otros tratamientos dermatológicos que pueden mejorar un poco más la pigmentación:

  • Peeling: consiste en aplicar ciertos ácidos concentrados para mejorar la renovación celular y corregir la pigmentación.
  • Tratamiento correctivo con láser: Se realizan en casos muy severos, reducen el pigmento y corrigen los vasos sanguíneos.

Estas dos últimas técnicas sólo se reservan a determinados casos y siempre deben ser realizados por dermatólogos entrenados.

Para evitar las ojeras

  • Dormir bien.
  • Llevar una alimentación sana y completa.
  • Evitar alimentos salados, ya que aumentan la retención de líquidos.
  • Utilizar protector solar.
  • Ingerir abundante líquido.
  • No fumar.
  • Elevar la cabeza cuando se duerme a fin de lograr que el líquido drene lejos del área de los ojos.

Eliminar las ojeras no es algo sencillo pero sí pueden atenuarse moderadamente.
Al existir varios factores que contribuyen a su desarrollo, es recomendable visitar al Dermatólogo para que evalúe el origen y determine el tratamiento que mejor se ajuste a tus necesidades.