Si ha tenido un aborto espontáneo o un parto de niño muerto, es importante tomarse un tiempo para hacer el duelo. La pérdida de un bebé durante el embarazo o poco tiempo después del parto es como la de cualquier ser querido. Dese el tiempo para recuperarse, emocional y físicamente. Algunos médicos recomiendan que las mujeres esperen tres meses (tres ciclos menstruales) o más antes de volver a tratar de embarazar para que el cuerpo y la mente tengan tiempo de recuperarse.

Éstas son algunas recomendaciones para superar este momento difícil.

  • Asista a un grupo de apoyo. Pregunte a su médico si conoce grupos de apoyo locales para mujeres embarazadas que han perdido un embarazo previó.
  • Descubra historias con finales felices. Conocer los casos de otras mujeres que lograron llevar a término un segundo embarazo después de haber sufrido un aborto espontáneo puede ser muy alentador. Tal vez, su médico pueda darle el nombre de alguna mujer que haya vivido una situación así, para que pueda comunicarse con ella.
  • Solicite controles prenatales frecuentes. Aun cuando su embarazo no sea de alto riesgo, consúltele a su médico si podría concertar citas de control más frecuentes para estar tranquila de que todo va bien.
  • Infórmese. Cuanto más sepa sobre los aspectos médicos de su embarazo, mejor podrá analizar las opciones de tratamiento y los posibles resultados con su médico.
  • Controle los movimientos del bebé. Si el embarazo ya ha avanzado lo suficiente como para sentir las patadas y los codazos del bebé (por lo general, entre las semanas 18 y 22, aunque a veces no ocurre hasta la semana 28), registre la actividad del bebé por la mañana y la noche e informe a su médico si nota cualquier anormalidad o si hay ausencia de movimiento. Si el bebé no se mueve, ingiera algo dulce (comida o bebida) y recuéstese de costado. Si no siente patadas alrededor de 45 minutos después de la ingesta, comuníquese inmediatamente con su médico.
  • Procure no hacer comparaciones. No hay dos embarazos exactamente iguales, trate de no pensar demasiado en las similitudes entre éste y el que no llegó a término.
  • Concéntrese en su meta. Puede sentir que ha estado embarazada toda su vida, pero es bueno recordar que, en poco tiempo, este período no será más que un recuerdo lejano. Si no hubiese creído que era posible llegar a un final feliz, no habría tomado la decisión de quedar embarazada de nuevo.