Con los días tan buenos que hemos tenido en España, hasta casi mediados de diciembre, parecía que nunca iban a llegar los días propios del invierno. Las terrazas estaban llenas, aprovechando los últimos rayos de sol y llevar una chaquetita a estas alturas del año, era algo normal. Aunque sabíamos que este tiempo casi primaveral no iba a durar mucho, ya teníamos olvidados los abrigos, forros polares, gorros y bufandas que es la ropa más acorde a esta estación.

Ya ha llegado el frío y con él, la hora de rescatar del armario todas esas prendas que no habíamos podido utilizar hasta ahora y disfrutar de esos paisajes tan bonitos que nos deja el invierno, porque también viajar en invierno tiene un encanto especial y en España tenemos un montón de lugares, que son únicos para visitar.

¿Pero sabíais que vuestro coche con el cambio de estación también necesita un cambio de armario?

Bridgestone, fabricante líder mundial de neumáticos, nos da las claves para que el mal tiempo no sea un impedimento para aprovechar las posibilidades de viajar que ofrece esta estación, y hacerlo de la manera más cómoda, segura y confortable posible. Porque al igual que en esta época del año, no saldríamos a la calle en chanclas ni caminaríamos por la nieve en tacones, no deberíamos circular sin antes haber equipado nuestro vehículo adecuadamente para el invierno.

¿En qué consiste un cambio de armario de nuestro coche?

Os preguntareis, en que consiste ese cambio de armario y porque deberíamos hacerlo. La clave fundamental, está en los neumáticos que desempeñan un papel primordial.

En el invierno, las carreteras pueden ser más peligrosas e impredecibles, a causa de las bajas temperaturas y las condiciones meteorológicas, la lluvia, la nieve, el hielo…

En este caso, el neumático es el elemento de seguridad activa más importante del vehículo y el único elemento que está en contacto con la carretera. De él dependen funciones tan esenciales como soportar la carga, trasmitir las fuerzas de tracción y frenada, mantener y cambiar el sentido de la marcha y absorber las irregularidades.

Por eso Bridgestone nos propone realizar un cambio de armario en nuestro vehículo con los neumáticos de invierno.

El   neumático de invierno, es un gran desconocido para la mayoría de conductores, y tenemos que desterrar la falsa creencia de que estos neumáticos son sólo para la nieve.

El uso de neumáticos de invierno es recomendable, desde octubre a primavera, en aquellas zonas en las que en invierno las temperaturas pueden ser iguales o inferiores a los 7 grados, circunstancia que se da en casi todas las regiones de España. De igual modo, ofrecen mayor seguridad y agarre sobre superficies heladas o mojadas. También su respuesta en nieve es magnífica, y nos evita el uso de las engorrosas cadenas.

Muchas veces creemos que tener dos juegos de neumáticos es mayor coste económico, pero precisamente, disponer de ellos, además de incrementar nuestra seguridad y las prestaciones del vehículo, que en eso nunca debemos escatimar, a la larga supone un ahorro, ya que permite aumentar sustancialmente la vida útil de los neumáticos de verano ya que su uso en invierno, representa una sobre exigencia para éstos que se traduce en un desgaste más rápido

¿Y por qué es tan importante adecuar el “calzado” de nuestros vehículos al invierno?

En invierno, debido a la bajada de las temperaturas, el caucho que compone el neumático se vuelve duro y pierde flexibilidad y esto hace que los neumáticos normales de verano no agarren tan bien con el frío. Un menor agarre supone un menor control y no poder frenar tan rápido, aumentando el riesgo de accidentes. Todas las pruebas internas realizadas por Bridgestone, así como, los tests independientes, han demostrado que la distancia de frenado de los neumáticos de verano puede ser casi tres veces mayor que la de los neumáticos de invierno en la nieve. Pero incluso en condiciones menos extremas, los neumáticos de invierno ofrecen mucha mayor respuesta, precisión y control que los de verano.

La razón de este mejor agarre es que, tanto el compuesto como el diseño de la banda de rodadura de los neumáticos de invierno se adaptan mucho mejor a las condiciones invernales, ofreciendo una espectacular mejora de la seguridad.

En definitiva, los neumáticos de invierno nos garantizan circular más seguros en esta época del año, haciendo frente a las impredecibles condiciones meteorológicas de la estación -ante una nevada inesperada podemos seguir el viaje sin detenernos a poner las cadenas-, las superficies heladas o mojadas dejan de ser un riesgo, y, además, nuestra economía sale beneficiada al prolongar sustancialmente la vida útil de nuestros neumáticos de verano.