Hay momentos en que sientes que tu pareja te está mintiendo u ocultando cosas. Pero no quieres mostrar inseguridad o paranoia. Presta atención a estos detalles, el lenguaje corporal no miente:

  • Observa sus ojos: no mires fijo, pero si a ratos, sostenle la mirada. Si baja la vista o revolea las pupilas, es posible que algo de lo que está diciendo no sea cierto.
  • Presta atención a su boca: que se humedezca o muerda los labios reiteradamente, o que trague saliva con esfuerzo, son indicios de que los nervios le están jugando una mala pasada.
  • Fíjate si sonríe nerviosamente al tiempo que intenta cambiar de tema, hace bromas, se traba en las frases o tartamudea: no son buenos signos, puede que esté queriendo ganar tiempo para inventar o no contradecirse.
  • Lee sus manos: que gesticule demasiado, se cubra la boca o peine el flequillo continuamente, son signos de que está en una posición incómoda. Tócale las palmas para ver si le transpiran.
  • Mira si se rasca la nariz: eso significa que piensa algo que no puede decir en voz alta.
  • Atiende a sus sienes y mejillas: si notas sudor cerca del cuero cabelludo, o que se ruboriza al hablar, no te fíes de lo que te acaba de decir o está a punto de decirte.

Importante:

  • Si tienes una sospecha firme sobre algún asunto, lo mejor es apostar a la sinceridad y plantear tu inquietud directamente: tal vez no te enteres de la verdad, pero, si tu pareja te está ocultando algo, notará que lo intuyes.
  • No aceptes acusaciones como contestación a tus dudas.
  • Escucha lo que tu pareja tiene para decirte: si sólo aceptas las respuestas que tú habías concebido de antemano, o no le das crédito a sus palabras, la charla no tendrá sentido.