Olvídate de los champús 2 en 1

…durante unos meses. El resto del año sí puedes usar estos productos, por aquello de economizar tiempo y porque cumplen las dos funciones, limpiar y suavizar, pero ahora es mejor que te apliques champú y acondicionador por separado, necesitas un cuidado extra. Bastante ‘machacamos’ el cabello en verano como para racanearle un poco de hidratación. También es importante que utilices un champú más suave, ya que solemos lavarnos la cabeza con más frecuencia.

No debes teñirte el pelo

Ni darte mechas. Una de las formas que tiene el sol para atacar nuestro pelo es variar su color, ya que altera su composición y éste sufre un proceso parecido a una decoloración química suave. Por eso no es recomendable teñirlo ahora. Y no sólo porque el tono variará, sino porque los tintes lo resecan y debilitan. “Si no tienes más remedio que hacerlo, opta por la coloración vegetal 15 días antes de ir a la playa”. “De las mechas, olvídate, porque el sol las crea naturalmente y quedan más bonitas”, concluye.

No olvides tu protector en la playa

Seguro que olvidas proteger tu pelo y te ocupas sólo de la piel, ¿verdad? Mal hecho. De la misma manera que la piel tiene fotosensibilidad, tu pelo tiene heliofragilidad. ¿Y qué es eso? Cada cabello posee una capacidad diferente para protegerse de los rayos UV. Con el paso del tiempo y las agresiones (agua, cloro, aire…) esa capacidad diminuye. Así, el pelo se va debilitando y tiene menos fuerza para enfrentarse al sol, es decir, tiene más heliofragilidad. Por eso es importantísimo tomar el sol con un protector capilar. Los hay en spray, crema, espuma… Lo que hacen es crear una película que impide que el agua y los rayos solares penetren en la fibra capilar. Si no lo tienes a mano, ponte mascarilla en el pelo y no aclares.


No consientas que el cloro estropee tu cabello

Porque lo enjuagarás a conciencia cada vez que salgas de la piscina. El tándem cloro-sol es terrible para tu melena. Si has visto a alguien con el cabello con un tono ligeramente pistacho, no es por gusto; el cloro juega malas pasadas a las rubias (naturales y teñidas). “Una vez que el pelo ha tomado ese tono verde, hay pocas cosas que hacer para corregirlo. Tienes que dejar de exponerlo al cloro y, pasado un tiempo prudencial, matizártelo con un tono parecido al de la base de tu cabello”.

No abuses del secador

Lo mejor es secar el pelo al aire libre y alejarlo de las fuentes artificiales de calor, que lo único que harán es resecarlo aún más, se recomienda usarlo poco –ni siquiera en invierno– y, si lo hacemos, “que sea con aire tibio y alejado de la cabeza. El aire caliente del secador desnaturaliza el cabello, abre el córtex (la zona más profunda de la fibra capilar) y deja el pelo reseco y sin protección”.

Cepíllate el pelo todos los días

Cada vez que te laves la cabeza, espera a que tu melena se haya secado algo antes de peinarla, pues el pelo mojado es más frágil. Es muy importante cepillar el peco seco “un minuto al día, en todas las direcciones: se eliminan células muertas, se estimula el riego sanguíneo y llegan más nutrientes a la papila dérmica (órgano que forma el pelo)”.

Cortate el pelo antes y después de vacaciones

Antes, para buscar un corte cómodo, que no requiera secador, que sea fácil de peinar… Después, porque por mucho cuidado que hayas tenido, seguro que necesitas eliminar puntas estropeadas, demasiado decoloradas.

Nunca te olvides de la mascarilla

Úsala cada vez que te laves la cabeza. “De este producto siempre hay que ‘abusar’. En verano, el pelo está más poroso y absorbe mejor la mascarilla. Yo recomiendo, incluso, utilizarla cada vez que vayas a la playa, sin aclarar, como si fuese gomina”.