El ajuar del bebé no debe incluir la multitud de artículos que el mercado actual ofrece, que muchas veces sólo sirven para encarecer y complicar innecesariamente sus cuidados y llenar la casa de trastos. Por otro lado, muchas cosas pueden ir comprándose sobre la marcha y, regalos al margen, tampoco es preciso adquirir ya la trona o el parque, que de momento no van a usarse, de modo que es mejor limitarse a lo esencial, pensando en las necesidades reales del bebé y a lo que realmente conviene tener preparado desde antes de su nacimiento.

CUCO O MOISÉS

Estas pequeñas cunas portátiles resultan muy prácticas durante los dos o tres primeros meses, especialmente cuando pueden adaptarse a unas patas fijas y al bastidor del cochecito de paseo.

Su base debe ser amplia y estable, en su superficie no ha de haber ningún resalte o irregularidad que pueda lesionar al bebé y las patas han de estar provistas de un sistema de anclaje seguro para impedir su plegado accidental. Las de mimbre o enea, si no llevan un sistema adicional, no ofrecen garantías en este sentido.

Recientemente se ha advertido que las asas de los moisés de paja suelen ser muy cortas, y al no poder aproximarse hasta contactar en una misma mano, dificultan la labor del portador y se producen más caídas.

CUNA

Las hay para todos los gustos, de madera y metálicas, fijas y plegables, y dado que va a ser el lugar donde más tiempo va a pasar el niño, conviene escoger el modelo que mejor se adapte a las propias circunstancias, y sobre todo, asegurarse de que estén homologadas, pues ello garantiza que cumplen los numerosísimos requisitos de seguridad exigidos; pero si es un regalo o se dispone de una usada, conviene conocer los más importantes:

  • La separación entre los barrotes debe ser inferior a 65 milímetros.
  • La altura desde el borde superior de la cuna hasta el somier (sin colchón) ha de ser superior a 60 cm.
  • Los tornillos y piezas que fijan los elementos de la cuna han de hallarse bien ajustados.
  • El sistema que permite bajar los laterales de algunas cunas requerirá el accionamiento simultáneo de dos dispositivos distintos.
  • El somier o soporte del colchón ha de ajustar perfectamente a las paredes de la cuna.
  • La pintura y los barnices que la recubren no llevarán plomo ni otras sustancias tóxicas.
  • Si lleva ruedas, dos al menos deben ser fijas o disponer de freno.
  • El colchón debe ser firme, pues el bebé podría asfixiarse en uno demasiado mullido.
  • No deben quedar huecos de más de dos dedos entre el colchón y la cuna.
  • Las almohadas, además de innecesarias, son también peligrosas.

BAÑERA

Se requiere mucha habilidad para bañar a un bebé en el lavabo sin hacerle daño, por lo que las bañeras especiales para ellos resultan casi imprescindibles. A menos que se disponga de mucho espacio, debe optarse entre pequeñas bañeras de plástico o modelos plegables, que pueden servir a la vez de cambiador y que deben incorporar mecanismos de seguridad que impidan su cierre inesperado.

CAMBIADOR

Las mesas para cambiar de ropa al bebé son muy útiles. Deben llevar correas de seguridad para evitar que el bebé se caiga. Si no tienen cajones, hay que situarlas cerca de la cómoda o los estantes donde se guarde su ropa, para no desatenderle ni un momento.

ROPA DEL BEBÉ

Es el regalo más habitual y no hay que olvidar lo rápidamente que crecen los recién nacidos, por lo que suele acabar sobrando.

Debe ser cómoda para el bebé, mejor holgada que justa, y fácil de cambiar. Siempre son preferibles el algodón, el hilo y las fibras naturales; hay que rechazar la angorina y cualquier tejido que suelte pelo, que el bebé podría inhalar. Las cintas adhesivas han sustituido ventajosamente a los botones, pero si una prenda los lleva, deben ir por detrás, ser grandes y estar bien cosidos. Es mejor prescindir de cordones y lazos, que también pueden causar problemas.

COCHECITO DE PASEO


La oferta es de una variedad abrumadora y es necesario definir claramente las propias necesidades. Los coches grandes suelen tener mayor capacidad para almacenar las cosas del bebé y de los padres, pero ocupan más espacio y quizá entren en el ascensor de casa sin necesidad de plegarlos, pero no en la de los abuelos o la del pediatra. Los pequeños, más ligeros, convendrán más cuando se desee (o deba) dar largos paseos con él.

Si se quiere emplear un coche ya usado, hay que asegurarse de que tanto los frenos como el sistema que bloquea el plegado del cochecito funcionan eficazmente.

SILLA DE SEGURIDAD PARA AUTOMÓVILES

Absolutamente imprescindibles, cualquiera que se use debe tener su correspondiente homologación. Actualmente todos los modelos para bebés (Grupo 0) se han reforzado (Grupo 0+) para poder ser utilizadas hasta que alcancen los trece kilos, de modo que no es preciso cambiar de silla antes del año de vida, y han aparecido ya modelos convertibles (Grupo 0/I) que sirven hasta que alcanzan los 18 kilos, alrededor de los 5 años.

Todas son cómodas y la mayoría, muy fáciles de usar; pero la protección que ofrecen algunas resulta sólo aceptable, especialmente frente a colisiones laterales. Con todo, lo más importante es que la silla esté bien anclada en el vehículo y el bebé, bien sujeto en ella.

Deben ir colocadas en los asientos traseros del vehículo y en sentido opuesto a la marcha, salvo que en esa plaza haya un airbag frontal que no pueda ser desactivado, en cuyo caso hay que ponerla en el mismo sentido de la marcha.