¿Se puede crear una gran piel?

Todo comenzó por casualidad. En 1967 Carol Phillips, en ese entonces editora de la revista Vogue, entrevistó al dermatólogo Norman Orentreich para la elaboración del artículo “¿Se puede crear una gran piel?”. Dicho texto se centró en una discusión acerca de las necesidades básicas del rostro y qué hacer para que ésta luzca radiante. Orentreich, estadounidense de nacimiento, reveló la importancia de seguir una sencilla rutina de tres pasos para cuidar el cutis: limpieza, exfoliación y humectación, la cual debía repetirse dos veces al día.

Después de publicarse la nota, Leonard Lauder, director de la compañía de belleza Estée Lauder, se entrevistó con ellos para proponerles la creación de una línea de cuidado para la piel. Decidieron llamarla Clinique y se convirtió en la primera marca de cosméticos creada por dermatólogos. Para garantizar los buenos resultados de la recién nacida firma se comprometieron a que todos sus productos se sometieran a pruebas de alergia y que se elaboraran sin añadirles fragancia, basándose bajo un concepto: Una buena piel puede ser creada. Además, la intención fue ofrecer una línea sobria en la que el envase no fuera el protagonista, sino su contenido.

Actualmente, someter a los productos a pruebas de alergias es una práctica común, pero fue algo absolutamente revolucionario en 1968. De hecho, muchas personas de aquella época creían que los productos para personas preocupadas por este asunto no resultaban atractivos para las consumidoras. Hoy en día es fácil encontrar en las etiquetas la palabra “Hipoalergénico”, aunque Clinique en verdad se lo toma muy en serio. Para Clinique, la frase “Sometido a pruebas de alergia” significa que los productos han sido clínicamente probados bajo la estricta supervisión de doctores. En estas pruebas participan 600 expertos, quienes reciben 12 muestras cada uno, lo cual da un total de 7 mil 200 aplicaciones de cada producto. Si tan sólo uno de estos análisis tiene como resultado una reacción alérgica, dicho tratamiento no es autorizado para la venta.

Por otro lado, los científicos de la firma trabajan arduamente para encontrar ingredientes que sean 100% libres de fragancia y convertirlos en maravillosas texturas, porque cualquier fragancia podría causar alergias.

Bajo los mismos principios se han desarrollado las líneas de cosméticos de la firma, al igual que las firmas de belleza, lanza colecciones para primera-verano y para otoño-invierno. De esta forma, por más de 40 años, la misión de Clinique ha sido la misma: proveer la más alta calidad y la más efectiva colección de productos para realzar cada tipo de piel y necesidad.