Con la llegada del otoño, muchas personas buscan soluciones a este problema.

Los tricólogos (médicos especializados en el cabello) reconocen no saber aún con exactitud cuál es la causa y algunos afirman que, al igual que otros mamíferos, “mudamos” de pelo regularmente, mientras que otros creen que se debe más al estado de ánimo.

Independientemente de la razón, está comprobado que, llegadas estas fechas, casi todo el mundo observa cómo su almohada, lavabo y cepillo se pueblan con más pelo de lo normal. ¡Que no cunda el pánico! Es normal que ahora se caiga mucho más que durante los meses anteriores, un periodo que puede extenderse durante varias semanas.

Algunas recomendaciones

Para reducir al mínimo la pérdida de cabello, hay que peinarse con mucho mimo y cuidado, sin tirones ni gestos bruscos, evitando los recogidos, coletas o trenzas tirantes, así como los tintes o permanentes muy agresivos, que pueden quebrar la fibra capilar desde la raíz. Una buena idea es masajear el cuero cabelludo a diario, suavemente y con delicadeza, usando la yema de los dedos para estimular la circulación. Y si lo hace mientras aplica una loción anticaída, mejor que mejor, dado que ésta contribuirá al mantenimiento del cabello existente, así como a la aparición de pelo nuevo.

Si el tiempo de caída se prolonga más allá de dos meses, o si el pelo cae dejando calvas redondas y perfectamente delimitadas (en cuyo caso es más que posible que se trate de alopecia areata, un tipo de calvicie generalmente relacionada con el estrés), no estará de más consultar con un experto para descartar cualquier patología grave.