Con el sueño obtenemos una función restauradora tanto psíquica como físicamente. Físicamente, favorecemos la regeneración de los tejidos y el descanso de los músculos, esto nos va a producir un descanso muscular.

Estudios científicos nos demuestran que se produce una mayor síntesis tisular durante el sueño, lo que esto supone una reparación de tejidos durante el sueño, esta actúa más durante la fase profunda.

Durante las 12 de la noche y las 4 de la madrugada es cuando el cerebro duerme más profundamente y es, en este periodo, cuando los tejidos se reproducen o regeneran con mayor intensidad. Si nos despertamos en ese intervalo de horas, estaríamos entorpeciendo esta función, y el sueño se haría menos reparador.

Si tenemos en cuenta todos estos datos, podremos decir que dormir las horas necesarias, es lo ideal para mantener unos tejidos sanos.