Olvídate de recurrir al estilo despeinado como si acabaras de salir de la ducha. Tendrás que ponerte a rizar, trenzar, cardar y pulir tu melena.

Triunfarás con el moño italiano. Reinvéntalo como hemos visto en las pasarelas: con volumen extra y un gran lazo o lateral y decorado con minipeinetas doradas.

¿Otra opción?

Retuércelo a modo de tirabuzón y colócalo sobre la frente como un tupé de bucles.