La fórmula mágica que mejor funciona ante el dolor de parto es: «ejercicios zona glútea y perineal + marcha + masaje perineal + respiración controlada= estar activa». De hecho, desde que se inicia la dilatación (a veces con la rotura de aguas) hasta que termina el parto tras la expulsión del bebé, es fundamental mantenernos en movimiento.

Así, y para que tenga un parto y un postparto ideal, la entrenadora personal Marta Jerez Sáinz nos recomienda los siguientes ejercicios.

Dilatación

En casa: la sensación de dolor aparece con el descenso constante del bebé a través de la pelvis. Por ello, se localizarán estas molestias, generalmente, desde la semana 36 a la 40. Deberá ayudar a su bebé a descender con ejercicios de apertura de pelvis. Así, le dejaremos más espacio con la consecuente disminución de las molestias.

En el hospital: generalmente se va demasiado pronto al hospital con el fin de que se quite el dolor. El estrés que provoca esta situación sólo lleva a la retracción muscular, menor oxigenación muscular y vasoconstricción general. Es decir… más dolor. El resultado es que al bebé le cuesta más salir y se alarga el parto. Por ello, se debe poner la epidural en su justo momento (una hora aproximadamente) antes del parto y en su debida dosis (anestesia sólo pélvica), ya que permitirá seguir paseando y en movimiento constante sin dolor para ayudar a las contracciones uterinas a la expulsión del bebé. Su fisioterapeuta obstétrico le indicará qué ejercicios hacer si le permiten estar de pie o le ayudará a la movilización controlada para acelerar la dilatación y expulsión.


Expulsivo

En el hospital: como sabemos, la posición más idónea para la expulsión del bebé es aquella que favorezca la gravedad y la apertura de la pelvis en cada fase de descenso.

En casa: si ha pasado la fase anterior haciendo ejercicios de dilatación en casa con su fisioterapeuta obstétrico, todo el dolor está superado. Si opta por hacer un parto casero, además de su fisioterapeuta necesita una ambulancia y una matrona que asista a su domicilio para evitar riesgos. Aunque lo normal es acudir al hospital cuando las contracciones aparecen cada minuto y medio. Tras monitorizarse, pasará a la sala de partos. Si todo el embarazo ha sido normal y lo ha hablado previamente con su ginecólogo, seguirá realizando diferentes posturas con la ayuda de su fisioterapeuta. El objetivo de las mismas es evitar desgarros y episiotomías innecesarias y que la salida del bebé dañe lo menos posible su suelo pélvico evitando secuelas como diversas incontinencias. Una vez el bebé está entre sus brazos realizará un masaje en el vientre y periné para que el útero y el suelo pélvico comiencen a recuperar forma.

Postparto

Inmediato: en las 24 horas posteriores al parto es importante ayudar a la estructura ligamentosa y ósea de la pelvis y cóccix. Su fisioterapeuta obstétrico le ayudará a restaurar sus formas habituales reduciendo dolores residuales.

Tardío: En la semana posterior al parto, y hasta seis meses después, continúe sus sesiones de musculación del suelo pélvico, transverso abdominal y tonificación de la espalda.