Hoy nos hacemos eco de la muerte de una mujer, Irena Sendler, cuyo nombre deberá ser grabado con letras doradas en la historia reciente de nuestra civilización, por su infinita humanidad y solidaridad.

Ha muerto a los 98 años, una mujer que dedicó gran parte de su vida a salvar vidas de las garras de genocidio nazi. A través de los contactos que mantenía con el movimiento de resistencia, y gracias a su labor como coordinadora en programas de asistencia municipal en el ghetto de Varsovia, consiguió tramitar la documentación necesaria para salvar de la muerte a más de 2.500 niños judíos, que entregaba de forma encubierta a familias polacas.

Además, Irena, mantenía un listado con los datos de todos estos niños, para que una vez la guerra hubiese terminado, pudieran encontrar a sus verdaderos padres.

En 1934 fue arrestada por la Gestapo y sometida a interminables torturas, y finalmente condenada a muerte, pero sus amigos de la resistencia consiguieron liberarla y mantenerla escondida hasta el fin de la represión alemana.

En 1965, la organización israelí Yad Vashem le concedió una medalla y el título de ‘Justa entre las Naciones’. En 2006, el presidente de Polonia y el primer ministro de Israel la promovieron como candidata al Premio Nobel de la Paz.

Desde mujerglobal.com, destacamos la entrega de esta mujer luchadora, que sacrificó su vida por salvar a miles de niños inocentes.