Es ciertamente imposible estar perfecta todo el tiempo, y toda mujer, alguna que otra vez, pareció recién salida de una de aquellas viejas y graciosas fotos. Pero, ¿qué fue lo que la hizo lucir así?

  • Nunca confíes del todo en lo que ves en la televisión y en las revistas de moda. Te estás arriesgando a ser una víctima más de la moda. Los programas y las reseñas de moda sólo deberían ayudarte a generar ideas y a inspirarte. Además, es tiempo de enfrentarlo: tú no eres una supermodelo y comprar un vestido millonario, que lucía fantástico sobre la piel de Kate Moss, no hará que te parezcas a ella.
  • No compres ropas que no te sientan bien. Nunca compres algo que sea demasiado chico para ti pensando que esta vez perderás el peso suficiente para poder usarlo. Aplica el mismo criterio para la longitud de las mangas de tus chaquetas.
  • No destruyas tu guardarropa. Mucha gente cree que comprar excentricidades o saldos de fin de temporada es muy inteligente. Sin embargo, aunque esto pueda ayudarte a ahorrar dinero, terminará matando a tu guardarropa. Tener una gran cantidad de prendas baratas e incombinables en tu placard no te transformará en una fashionista.
  • Muchas mujeres son devotas del estilo clásico, pero a veces es necesario dar un descanso a tus jeans favoritos y ponerte, por ejemplo, esa estilizada pollera sedosa. Aprende a no identificarte con un solo grupo definido de ropa. Y trata de no tomártelo tan a pecho; no es un miembro de la familia o tu querida mascota, es sólo un pedazo de tela.
  • Elige la ropa interior adecuada. Las celebridades suelen aficionarse a sostenes push-up, bodies y tops para sentar bien dentro de sus vestidos de diseñador. ¿Y por qué es esto? Porque la lencería adecuada puede hacer milagros por tu figura.