Parece evidente que hablamos el mismo idioma, entonces ¿qué ocurre que muchas veces no nos entendemos con nuestras parejas?

Pues resulta que aunque hablemos el mismo idioma no lo utilizamos de igual forma y aunque en el día a día nos comunicamos con muchas personas y esa comunicación sea funcional (porque entendernos, nos entendemos) cuando se trata de la pareja, con la que compartimos mayor intimidad y hablamos más, compartimos más emociones, sentimientos, pensamientos… Hay ocasiones en las que no nos sentimos comprendidos y apoyados, más bien sentimos que por mucho que hablamos y queremos que nos entiendan eso no ocurre, sino que se va liando más y más.

Hay varios factores a tener en cuenta para empezar a entender que es lo que está ocurriendo.

Lo primero de lo que hay que hablar es que si bien nos vamos a referir a comunicación masculina y comunicación femenina es porque de forma general hombres y mujeres hablan de forma distinta. Además, tanto hombres como mujeres tenemos tendencia a utilizar uno de estos modelos sin tener que coincidir el modelo con el sexo o género que tengamos. Es interesante saber que en comunicación tanto hombres como mujeres se están androginizando.

Una regla básica del lenguaje es que cada mensaje se puede interpretar como mínimo de dos formas distintas. Y esto en parte se debe a que cuando “mandamos” un mensaje no solo comunicamos ese mensaje, sino que va implícito un metamensaje. Podríamos hablar de la intención con la que mandamos ese mensaje.

Por ejemplo podemos encontrarnos con una conocida y después de saludarnos le decimos “te queda muy bien ese vestido”. El mensaje está claro y es que el vestido le queda muy bien, pero hay implícito un metamensaje, la intención con la que lo decimos. Podríamos haberlo dicho con desinterés, como una forma de amabilidad o podríamos decirlo desde el sarcasmo. También podríamos haberlo dicho desde la sinceridad aunque también desde la envidia (podría ser ese vestido que te probaste y que te quedaba fatal y a la conocida que terminas de encontrarte le queda de escándalo).

Y con una sola frase, donde el mensaje parecía claro y era un halago podríamos estar diciendo justo lo contrario. Con tantas posibilidades donde elegir parece fácil que pueda darse un malentendido.

Volviendo a los modelos de comunicación masculina y femenina, recordando que hablamos de forma general y más bien en un modelo heterosexual:

Ellos ante un problema

  • Prefieren pensarlo en silencio, evitar hablarlo.
  • Contárselo a otros es echar una carga a los demás.
  • Se sienten agobiados cuando sus parejas les cuentan sus problemas sin parar.
  • Buscan soluciones ante un problema que le cuentan, ya que es su forma de mostrar afecto.
  • Cuando lo cuentan a su pareja y esta les cuenta que le pasó algo parecido y como se resolvió sienten que les quitan protagonismo.
  • Cuando sus parejas les cuentan un problema creen que lo que está buscando son soluciones e interrumpe constantemente para ofrecerlas.
  • No comprende porque su pareja se enfada cuando le da soluciones.
  • No comprenden porque sus parejas hablan continuamente de problemas que no tienen solución.
  • A veces no preguntan a los demás por sus problemas como signo de cortesía y con la confianza de que si la otra persona lo quiere hablar, hablará y sino no lo hará, también como forma de respetar la intimidad y como muestra de ver capaz a la otra persona de solucionar sus problemas.

Ellas ante un problema

  • Lo cuentan para ser comprendidas.
  • Contárselo a otros es una forma de compartir intimidad.
  • Si su pareja no les cuenta sus problemas lo perciben como una falta de intimidad, se sienten desconectadas de él.
  • Si les cuentan un problema buscan ejemplos de lo que a ellas les pasó y como lo solucionaron, escucha, empatiza, da opiniones y consejos.
  • Si le cuentan un problema a su pareja quieren ser comprendidas, no quieren soluciones y al ser interrumpidas para dárselas se enfadan.
  • Contar sus problemas hace que se sientan mejor, aunque no tengan solución.

Si ante un problema y hablarlo en la pareja hay dos enfoques tan distintos a la hora de abordarlos es más comprensible la sensación de “mi pareja no me entiende”. Y es cierto, no te entiende, pero tú tampoco entiendes a tu pareja. Cada uno se mueve en un modelo propio, a la hora de hablar de un problema con tu pareja, en donde tú tienes tu propio modelo y que él tiene su propio modelo, depende de lo separados que estén, será más fácil o más difícil que llegue a buen puerto. Y no nos olvidemos de los metamensajes, con los cuales el proceso se complica, ya que entre lo que he dicho, con la intención que lo he dicho, lo que entiende el otro de lo que querías decir, lo que te dice y la intención, lo que interpretas… A veces deberíamos de molestarnos menos cuando hay algún fallo en la comunicación y felicitarnos mucho más cuando sale bien.

¡Pero no hemos terminado! Suceden más cosas en la comunicación. Si queréis saber más leed el próximo articulo donde profundizaremos más en ello para llegar a comprendernos mejor.