En estos ajetreados tiempos, no es muy raro escuchar a hombres y mujeres de mediana edad quejarse de no tener suficiente tiempo para el sexo. Podría sonar lógico, ya que, con todas las actividades que tenemos que desarrollar desde el principio hasta el final del día, que incluyen el cuidado de nuestros hijos (y padres en algunos casos), más el empleo y el trabajo de nuestra casa… una vez que nuestras cabezas golpean la almohada, lo único que deseamos es que nos dejen solos, sin molestarnos. ¡Pero ese, es un muy mal hábito!

Tocarnos, acariciarnos, comunicarnos y también tener sexo con nuestras parejas, es verdaderamente muy importante. Nos ayuda a reconectarnos el uno con el otro, al mismo tiempo que nos conecta a nosotros mismos con un espíritu más elevado.

Sin embargo, muchas veces no es necesario que nos tomemos todo el tiempo que demanda ponerse la ropa interior correcta, encender velas, o hacer del encuentro una ocasión extraordinaria, para tener un encuentro sexual, aunque si deberíamos tomar unos mínimos recaudos. En efecto, mucha gente se queja de que, para el momento en que ellos entran al dormitorio, su pareja está roncando sin pausa. ¡Eso es suficiente como para desinflar cualquier excitación!

Sugerencias muy efectivas

Cuide mucho su higiene personal bien temprano en el día, antes de que su familia asuma el control del baño, y antes que usted este demasiado cansado como para hacerlo. Entonces, ya aseado (pero con la suciedad del día) podrá darse una ducha muy rápida antes de saltar a su cama.

Ponga el despertador 45 minutos más temprano y tenga un vaso de agua en su mesita de luz. Refresque su boca con esa agua cuando la alarma lo despierte, y comience a jugar con su pareja. ¡Recuerde que sus niveles de testosterona están en su punto más alto bien temprano por la mañana! Si sigue algo dormido, utilice lubricantes y estimulantes personales, para ayudarse a entrar en carrera.

Si las mujeres tienen algo de timidez sobre su apariencia actual, pueden darles la espalda a sus parejas, apoyándose especialmente en sus zonas erógenas, para excitar a sus parejas y a ellas mismas.

Sea siempre espontáneo. La espontaneidad es un espacio que debemos mantener en nuestra vida. Juntase con su pareja en cualquier momento libre y lugar privado del que dispongan durante el día, sin importar si es en la oficina, el consultorio, la mesada de cocina o la hamaca paraguaya. Si cree que está en peligro por la llegada inminente de un tercero, reemplace el coito por el sexo oral, o la masturbación mutua, que no requiere mucho calentamiento previo, y puede cortarse bastante rápidamente, sin necesitar demasiado tiempo.

¡No se olvide de la ducha! Usted ya está desnudo, caliente, suave y mojado, sin dudas un estado muy sensual.

A veces, es necesario hacerse una escapadita. Aunque sea a un lugar cercano, los nuevos escenarios ayudarán a mantener arriba nuestra libido y energía, y las conexiones entre nuestras parejas y nosotros, serán aún más fuertes y cercanas.