• Considera tus necesidades: Tú también tienes tus necesidades, por resumir: una madre muerta no le será de utilidad a tu bebé, luego no te olvides de ti. Haz una lista con tus necesidades y otra con las de tu bebé. Encuentra modos de satisfacer c9sas de las 2 listas a la vez. Ej.: pasear con bandolera te permite satisfacer tu necesidad de salir fuera de casa, y la del bebé de estar en contacto contigo.
  • Permite al bebe alguna frustración: Estar disponible constantemente forma parte del contrato bebe-madre, pero una madre resentida o mártir verá mermada su competencia y no ayudará al bebé en su desarrollo. Una vez que conozcas tus límites, estarás motivada para encontrar el modo de atender a tu bebé y él captará pronto el mensaje: la vida es más agradable cuando mamá es feliz.
  • Haz del dormir una prioridad: Duerme cuando tu bebé duerma y resiste la tentación de ponerte a arreglar la casa.
  • Practica la escritura terapéutica: Escribir te dará oportunidad de revisar cuales son tus sentimientos acerca de ti, tu bebe y tu maternidad. Haces revisión de tus procedimientos y evalúas que funciona y que no.
  • Se positiva, busca las cualidades de tu bebé: Todas esas características tan “negativas”… son semillas que bien regadas se convertirán en cualidades positivas. Tu bebé sabe lo que necesita y sabe pedirlo. Disfruta de que quiera estar tanto tiempo contigo. Mama tan frecuentemente que eres toda una experta en lactancia… Una vez que has empezado a ver las cualidades de tu bebé, la maternidad se hace mucho más fácil y llevadera.
  • Se paciente: Una flor no se hace y se abre en 2 días. Y aunque no puedas hacer nada más de momento, a tu bebé ya le sirve el hecho de que esté “ahí” con él.
  • Céntrate en lo importante: Déjate llevar por la corriente de los acontecimientos, céntrate en lo importante y no pierdas energía con pequeñeces.
  • Aviso sobre familiares y amigos: Uno de los puntos más difíciles de manejar son las críticas constantes de familiares y amigos que no saben nada de este tipo de niños y consideran que son “malos” y que vosotros no lo estáis haciendo bien. ej: “es muy demandante”, pues respondes “no, es que sabe lo que quiere y es muy entusiasta pidiéndolo”. Remarca sus cualidades ante otros.
  • Date cuenta de que tu bebé es único: Olvídate de esquemas preconcebidos y mira como es el bebé que tienes realmente. Intentar que se adapte a esos esquemas te hará perder el tiempo miserablemente. Céntrate en encontrar las estrategias que funcionan con tu bebé.
  • No lo compares con otros bebés: Es fácil concluir que lo estás haciendo mal cuando tu bebé no duerme tanto como los otros bebés, o no se está quietecito como los demás. Tu bebé tienes unas características, nada más, que no son ni buenas ni malas en sí mismas. Pasa de etiquetas.
  • Sal de casa: Para un bebé el hogar es donde esté mamá. El espacio abierto del parque permite al bebé desfogarse y a la mamá relajarse.

  • Si te resientes haz cambios: ¿Empiezas a estar resentida con tu bebé, tu maternidad…? Introduce algún cambio en tu estilo de maternidad que te permita salir de ahí. Continuar con un estilo que funciona para tu bebé pero no para tí al final no funcionara para ninguno de los dos.
  • Consigue ayuda: Pronto te darás cuenta de esto. Averigua con quienes puedes contar y para qué.
  • Encuentra un grupo de apoyo o crea uno: Rodéate de padres que estén pasando por lo mismo. Podréis intercambiar trucos, ideas… Y recibir apoyo sin ser juzgados.
  • Tareas compartidas con el padre: Una maternidad que involucre al padre aportará: a ti, una ayuda muy necesitada; al padre, estar más cerca de su bebé y desarrollar sus propias técnicas parentales; al bebé, variedad de técnicas que le hacen sentirse bien, y que sólo el padre le puede dar.
  • Planifica por anticipado: Aprende a anticiparte a las necesidades de tu bebé, lo máximo que puedas, para evitar las dificultades en la medida de lo posible. Después de unos pocos meses sabrás a qué horas tu bebé es más manejable y podrás planificar tu día en función de esto.
  • Mira a largo plazo: ¡No va a durar siempre! Y si no te obsesionas, verás como sí hay progresos.
  • Mira con los ojos de tu bebé: Tu hijo se derrama el zumo sobre la camiseta cuando vais a salir. “Qué oportuno, qué desastre…” esas son las consideraciones desde el punto de vista adulto. En lugar de seguir rumiando sobre ellas ponte en el lugar de tu hijo y considera los efectos de la situación sobre él. Un cambio de camiseta desde una postura relajada te hará perder menos tiempo que si le abroncas, se pone a llorar, le cambias la camiseta de malos modos y terminas consolándole. Y tu hijo agradecerá tu comprensión.
  • Cambios grandes, gradualmente: Estos bebés son lentos para adaptarse a los cambios. Ej. Una mudanza. Prepárale para el cambio enfatizando lo positivo: nuevo cuarto, nuevos amigos, nueva escuela, un bonito parque cerca de casa… Déjale ayudarte a preparar los paquetes de la mudanza. Empaqueta sus cosas las últimas y desempaquétalas las primeras. Espérate alteraciones en su comportamiento por el estrés de la mudanza. Cuanto más rápido vuelva todo a la normalidad, antes volverá su comportamiento a ser el antes.
  • Tu eres también una madre con altas necesidades: Así que necesitas: más comprensión, más coraje, más ayuda y menos críticas. En realidad “Alta Necesidad” no se refiere solo al bebé, sino que describe las relaciones bebé-`padres. “Familia de Alta Necesidad” lo describe mejor.
  • No es culpa de nadie: Tener un bebé de alta necesidad no es algo problemático realmente. Tu bebé tiene su personalidad y tú tienes la tuya. La clave está en acoplarlas para no andar chocando continuamente.
  • Estudia a tu bebé: Un padre sabe un montón acerca de la paternidad…respecto de sus propios hijos, pero eso no significa que te sirva a ti. Un profesional sabe mucho por la interacción con muchos padres e hijos. Muchos consejos, y unos los encontrarás más útiles que otros. Olvídate de artículos tipo “10 formas fáciles de ser mamá”. Observar a tu bebe, anticipar sus necesidades, usar tu intuición hasta que tu empatía te sincronice con tu bebé, te llevará a no necesitar consejos y a confiar en ti misma.