La implicación familiar, fundamental

El abordaje de la familia como parte integrante del problema es fundamental. Hay que implicar a todos sus miembros para conseguir coherencia con las normas aplicadas por el terapeuta, darles soporte emocional y aconsejar sobre pautas en relación a los temas alimentarios. Por ejemplo, para conseguir el alta hospitalaria es necesario que la persona afectada se responsabilice de su propio cuerpo y de su alimentación, que consiga mantener un peso estable durante un año, recupere la menstruación cada mes y no tenga ningún episodio de atracones ni purgas durante 12 meses.

El futuro en datos

La anorexia nerviosa es un problema médico serio y, en casos extremos, mortal. Según algunos estudios, los casos en que el trastorno conduce a la muerte oscilan entre el 5% y el 10%. Se calcula que unos dos tercios de las personas afectadas se recuperan con los tratamientos adecuados. No obstante, muchas veces, quienes padecen estos trastornos del comportamiento alimentario recaen. Tras un año de tratamiento, de un 5% a un 7% de los casos se han cronificado y el 35% están en riesgo de hacerlo. A los cinco años, un 12% de los casos se han cronificado, y a los 10 años, lo ha hecho un 15%.

En ocasiones, la vergüenza que sienten los afectados no les permite hablar con las personas más allegadas.

Prevenir un trastorno así es difícil, pero hay que intentar tener siempre actitudes saludables y realistas hacia el peso y la dieta. Hacer una vida sana sin restricciones y ni extremismos. Tener claro que no es bueno ni el exceso ni el defecto. Ante una duda, siempre hay que consultarlo con el médico de familia, quién puede orientar sobre el tema.

El apoyo

Los expertos insisten en que es fundamental no encontrarse solo ante un problema de esta magnitud y origen. Si alguien cree que puede sufrir una de estas enfermedades, le exhortan a que pida ayuda, ya sea a sus familiares o amigos. En ocasiones, la vergüenza que sienten los afectados no les permite hablar con las personas más allegadas. En estos casos, los profesionales sanitarios o los grupos de apoyo, donde otras personas comparten experiencias, dudas y problemas, pueden ser de gran ayuda.

La ONG Protégeles, una organización de protección de la infancia que trabaja en la prevención y seguridad infantil de las nuevas tecnologías de la información y comunicación -TICS-, junto al Protector del Menor, ha puesto en marcha campañas de apoyo para quienes sufren trastornos de la alimentación, especialmente, para proteger a los menores sobre las páginas de apología de la anorexia y de la bulímia.

Ya se puso en marcha una campaña «Ana y Mía» y se cerraron varias web que hacían apologismo de la anorexia y la bulímia. La actual campaña, «Tu eres más que una imagen» también trabaja con este fin. Actualmente son múltiples las web que informan sobre los trucos que utilizan las chicas y aportan información muy amplia sobre el problema y su abordaje, dónde y cómo buscar ayuda.

TELÉFONOS DE AYUDA