Tenemos tanto que hacer en nuestro día a día: el tráfico en la ciudad es agobiante, nos reclaman en casa, en la oficina, no paran de llamar al móvil y hay días que no tienes ni un minuto para dedicarte a ti misma.

El resultado final es que nos arrastramos de un lado para otro con las ojeras hasta los pies y una sonrisa que acaba pareciendo una mueca forzada

La verdad es que poco podemos hacer contra nuestro ritmo de vida, pero sí podemos incorporar seis trucos a lo largo del día para convertirnos en una mujer más radiante, que transmita luz y alegría.

No salgas de casa sin una botella de agua para asegurarte de que bebas lo suficiente a lo largo del día (dos litros al día, como mínimo). Cuando el agua te acompañe en todo momento, verás cómo mejora tu cutis, tu digestión…

Puede que no tengas ni tiempo ni dinero para apuntarte a un gimnasio, pero todo el mundo puede incorporar 20 minutos de ejercicio en su día y mejor si es al aire libre. Necesitas la luz del sol para asimilar la vitamina E.

No te des atracones. Procura no comer hasta reventar, come un poco menos, y te sentirás mucho mejor. Para asegurarte de que estás llevando una dieta equilibrada, apunta las porciones que debes comer cada día y mantén la cuenta.

Busca una cosa cada día por la que estar agradecida. Notarás la diferencia en tus ánimos.

Respecto a la ropa, cómprala de colores que te peguen y te queden bien y aplica el mismo principio al maquillaje. Todas tenemos diferentes tonalidades de piel, de cabello, de ojos, y no hay discusión: algunos colores nos quedan mejor y otros peor. Cuando una mujer lleva los colores que le sientan bien, se siente bien.

No te quedes a ver la televisión hasta las tantas de la madrugada, te agotarás más de lo que ya lo estás. Esto no te ayuda a descansar, apaga la tele y acuéstate. Necesitas ese sueño reparador que te ayudará a sentirte mucho mejor por la mañana