La planta protectora del hígado

Descripción:

Esta planta es en realidad, una variedad no espinosa del cardo salvaje de las regiones mediterráneas. De ella consumimos la flor aunque son sus hojas las que le confieren sus importantes propiedades terapéuticas.

Propiedades:

Su acción colerética (que aumenta la secreción biliar) se atribuye a una sustancia amarga y aromática: la cinarina. Es especialmente útil en el caso de congestión o hígado perezoso, ictericia y mala digestión de las grasas. Al estimular la secreción biliar, actúa también sobre los estados de estreñimiento, ya que la bilis permite activar los movimientos intestinales, contribuyendo a favorecer la eliminación de las materias fecales. La hoja de la alcachofa contiene además esteroles, magnesio, potasio… compuestos que actúan en sinergia con la cinarina. Por ello, conviene utilizar el polvo criomolido, el único que garantiza la integridad de todos sus componentes. La alcachofa estimula la regeneración de las células del hígado cuando éstas están expuestas a diversas toxinas. Por otro lado, su actividad depurativa resulta muy interesante en el tratamiento coadyuvante de las dietas de control de peso. También se han demostrado sus propiedades hipocolesterolemiantes.

Indicaciones:

Trastornos hepatobiliares. Estreñimiento. Edema. Hiperlipidemia e hipercolesterolemia. Desintoxicante. Coadyuvante en dietas de control de peso.

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