Un producto maravilloso y altamente económico no sólo para la cocina, sino también para la limpieza del hogar y la profilaxis de tu cuerpo.

Ya hace 7000 años que los antiguos babilonios inscribieron en sus tabletas de arcilla los diversos beneficios de este producto de la naturaleza.

Hipócrates, padre de la medicina occidental, lo empleó para sus curaciones y desde entonces ha estado con nosotros, aunque no lo apreciamos en todo su valor.

Producto de limpieza

El vinagre es extremadamente útil en el hogar.

Se emplea muy efectivamente para limpiar las alcachofas de las duchas.

Una de sus propiedades ácidas es combatir la cal mejor que cualquier producto manufacturado. Por ello se puede emplear muy efectivamente para limpiar las alcachofas de las duchas.

Su efecto es más rápido si las sumergimos en una mezcla de vinagre y agua caliente durante quince minutos. Igualmente podemos emplear dicha mezcla para limpiar cafeteras y teteras, como si estuviéramos haciendo café o una infusión, pues eliminará todo tipo de sedimentos y limpiará perfectamente el filtro.

También se puede limpiar así la plancha, poniéndole vinagre con agua y dejando que suelte el vapor.

La mezcla de agua y vinagre es asimismo el mejor limpiacristales y se puede emplear para quitarnos la grasa de las manos.

En el ciclo de aclarado de la lavadora, un poco de vinagre blanco ayudará a disolver los alcalinos que deja el detergente y la ropa quedará suave.

Es también eficaz contra las manchas de tinta y como abrillantador de piezas de bronce y cobre.

Producto terapéutico

Sirve para aliviar las quemaduras producidas por el sol.

Pero su mayor eficacia es como desinfectante.

Alivia el dolor de las picaduras de insectos, así como la tos, la irritación de la garganta y las llagas en la boca y la lengua.

Previene moderadamente las infecciones.

Proporciona alivio al dolor de cabeza y combate los mareos y los dolores estomacales.

Puede administrarse en infusiones y cataplasmas, y también aplicarse directamente.