Los párpados flácidos entristecen la mirada.

  • Con técnicas seguras, anestesia local y sin hospitalización.
  • El párpado superior, el surco de la ojera y la papada: los tres frentes.
  • Prometen magníficos resultados.

Existen técnicas de cirugía que rejuvenecen de manera poco traumática el rostro en el que el paso del tiempo y los malos hábitos han dejado huella. El cirugano plástico Luis de la Cruz recomienda las tres más eficaces y sencilla para quitarnos hasta 10 años de la cara.

Cirugía del párpado superior.

El exceso de piel en el párpado superior es una de las operaciones de cirugía estética que más se realiza en la actualidad.

Unos párpados con flacidez entristecen la mirada.

Además, esta flacidez produce pesadez en los ojos, dificultad para abrirlos y para maquillarse correctamente.

La intervención se realiza quitando sólo la piel sobrante, sin tocar la musculatura del párpado para no alterar la expresión. No deja cicatriz ya que sólo lleva un punto en el interior del ojo. Es con anestesia local y no necesita ingreso hospitalario. En cinco días se puede incorporar a la vida labora. Precio: unos 2000 euros.

Corrección del surco de la ojera.

La ojera, o surco de la lágrima, es otro de los aspectos que más deteriora la expresión de los ojos al conferirles un aspecto de cansancio y tristeza, como si estuvieran hundidos.  Antes era una cirugía compleja pero ahora una nueva técnica permite su corrección a través de 2 microincisiones, según Luis de la Cruz. Un mininjerto graso cilíndrico, extraído del párpado superior,  rellena el hundimiento de la ojera.  Es una técnica novedosa y muy poco traumática, se realiza con anestesia local y tiene una rápida recuperación.

En algunas ocasiones esta técnica se asocia con la extirpación de las bolsas grasas en los párpados inferiores, la cual se realiza por la cara interna del párpado sin dejar cicatriz visible.

Precio: Corrección surco de la ojera 2.000 euros.
Extracción de las bolsas grasas 2.500 euros.

Liposucción de papada.

Indicada para personas jóvenes, con buena calidad en la piel del cuello pero con un exceso grasa que borra el ángulo entre la mandíbula y el cuello.

Un óvalo facial bien definido resta años y armoniza el rostro.

La intervención consiste en extraer la grasa mediante una incisión de 3 mm. Se realiza con anestesia local y es una cirugía ambulatoria, la paciente  incorporarse a la vida laboral en 2 o 3 días después.

No queda ninguna cicatriz y las marcas de las incisiones desaparecen a los pocos días. Los resultados son duraderos y reduce las posibilidades de acumular de nuevo grasa en el cuello, ya que elimina los adipositos (células que acumulan tejido graso).