Por fin, parece que el calor ha llegado para quedarse. A pesar de las lluvias y las visitas de algún que otra borrasca, el buen tiempo manda. Es hora de guardar abrigos y bufandas y de ir pensando en sacar el bañador para los primeros viajes del verano.

Sí, hablamos de una de las actividades que más nos gustan y que, a la vez, nos dan más pereza: el cambio de armario. Por un lado, nos encanta recuperar las prendas de manga corta, los vestidos y todo aquello que nos recuerda al buen tiempo y las vacaciones. Por otro, tememos el clásico maremágnum de ropa amontonada por las habitaciones por falta de tiempo y de organización.

Si es tu caso, si año tras año comienzas a sacar y meter ropa con mucho interés e ilusión, pero la abandonas porque te reclaman en otras tareas, porque tienes dudas de qué guardar y de qué regalar o porque simplemente “se te hace bola”, necesitas ayuda.

La clave según Rita Alonso, experta en organización familiar es reservarse un tiempo para realizar esta actividad y llevarla a cabo siguiendo una pauta organizativa, que ella ha distribuido en los siguientes pasos.

  1. Saca la ropa que vas a guardar, la de invierno .Toda, incluidos los complementos, bolsos, zapatos y accesorios deportivos si los tienes.
  2. Distribúyela en dos montones: lo que vas a guardar y lo que no. La ropa que ya no te valga o que año tras año vas viendo colgada pero no te llegas a poner puede tener una segunda oportunidad.  Se puede regalar a amigos o bien reciclar,  llevar a tiendas de segunda mano y asociaciones benéficas.
  3. Guarda lo que hayas decidido mantener y esté en buen estado, siguiendo una pauta. Deja a mano lo que más te pongas, por si hace frío y necesitas usarlo.
  4. Elabora una lista con la ropa para llevar al tinte o a arreglar para la próxima temporada. Dommuss, una aplicación de teléfono móvil de organización doméstica creada por la propia Rita Alonso, te servirá no sólo para apuntar el encargado de llevarlo y controlar las fechas de recogida. Deja la ropa a la vista en la entrada para acordarte de bajarlo en tu próxima ronda de recados.
  5. No mezcles lo que vayas a lavar en casa con la ropa de nueva temporada, retrasará ambas tareas y nunca terminarás de colocar el armario. Lávala aparte y guárdala lo antes posible.
  6. Hemos llegado al ecuador. El armario está vacío así que es momento de proceder darle un pequeño repaso, con un trapo húmedo y un limpiador. Aprovecha para airearlo y colocarle bolsitas aromáticas o productos similares si te gustan.
  7. También es momento de comprar las perchas, bolsas y cajas que necesites. Si has pensado en cambiar la decoración interior del armario, es una buena oportunidad.
  8. Saca la ropa de temporada y revisa su estado. Es posible que alguna prenda haya perdido color o que suceda igual que la ropa de invierno, que ya no te valga o que admitas, por fin, que no te la vas a poner. Suma lo que descartes a la ropa de invierno para regalar. Apunta que necesite arreglo o lavado en tinte en la lista de Dommus que has elaborado y colócalo también a mano.
  9. Cuelga el resto, aunque esté arrugado. No vas a poder plancharlo todo de golpe, así que mejor está en su sitio, ordenado y ya se irá haciendo cuando se pueda. Además, se va aireando y estirando y así luego el planchado costará menos.
  10. Cuando tengas lavada y arreglada la ropa del tinte, ya la puedes colgar para verano o guardar para invierno, según la prenda.

Importante: no olvides dejarte algo de entretiempo, este año, el clima te puede sorprender.