Muchos consideran que la década de los 30 años es el período ideal para la maternidad. Es más probable que ya estés afianzada desde el punto de vista profesional y de tu relación de pareja, lo que te permitirá contar con una sólida base para iniciar una familia. Además, seguramente tú y tu pareja ya hayáis tenido la oportunidad de vivir algunas aventuras antes de embarcaros en la paternidad, que puede resultarte, la más grande de todas las aventuras.

«A los 30 la mujer tiene muchas probabilidades de haberse realizado personal, profesional y económicamente, además de tener todavía a la biología de su parte para quedarse embarazada» dice la psicóloga de familia Ana Nogales, autora de Amor, intimidad y sexo, entre otros libros.

No obstante, hay que tener en cuenta que hay una tremenda diferencia entre la posibilidad de quedarte embarazada al cumplir 30 años, que cuando vas a terminar esa década. A medida que la mujer se va acercando a los 40, la fertilidad cae en picado. Por eso los especialistas en fertilidad recomiendan a las mujeres que ya han cumplido los 30 no esperar demasiado, especialmente si quieren tener más de un niño.

El embarazo en las distintas edades presenta ventajas y desventajas diferentes. Para poder ofrecerte una imagen realista acerca de cómo es tener un hijo entre los 30 y 40 años, hemos consultado con especialistas en fertilidad, consultores financieros, expertos en relaciones y con mujeres de 30 y pico.

Ventajas

Tener hijos entre los 30 y los 40 años puede ser una ventaja desde el punto de vista económico y práctico. Es posible que tengas ingresos más altos y más ahorros que a los 20 y pico, y que también que te sea más fácil interrumpir por un tiempo tu carrera, que si ya tuvieras 40 años y estuvieras muy consolidada en una profesión. También puede ser que no tengas una carrera muy definida o avanzada a los 30 años, pero eso no implica que tener hijos sea un imposible.

«Como trabajaba de vendedora en una pequeña tienda de electrodomésticos, mi situación laboral no había cambiado demasiado cuando me quedé embarazada de mi hija a los 33 años» dice Trinidad Ortega, quien optó por dejar de trabajar hasta que su hija fuera al colegio. «Pero una cosa buena de tener trabajos más modestos es que una no se queda con la sensación de haber perdido oportunidades laborales», añade Ortega, señalando que también es generalmente más fácil reincorporarse al trabajo ya que siempre hay demanda de empleados para ocupar puestos no especializados.

Marnie Azner, asesora financiera independiente en Nueva Jersey, aconseja a las mujeres que sí tienen una carrera profesional que hagan todo lo posible para mitigar las consecuencias financieras de tomarse tiempo para dedicarlo a tener un hijo. «Renunciar al trabajo afectará su plan de pensiones, cotización a la seguridad social y a las posibilidades de adquirir derechos laborales», asegura. «Por supuesto, nunca deberías basar la decisión de tener un niño únicamente en las finanzas. Sin embargo, si te informas, podrás encontrar formas de minimizar el perjuicio económico. Por ejemplo, si el próximo año te corresponde adquirir derechos bajo el plan de pensiones de la empresa, ¿podrías retrasar quedarte embarazada durante algunos meses, de modo que no te pierdas esa oportunidad?»

Azner también aconseja a las mujeres que quieran permanecer en el mercado laboral conservar sus habilidades profesionales y contactos laborales, de manera que les sea más fácil regresar. «Mantente al día con las publicaciones especializadas, asiste a conferencias, programa alguna comida ocasional con un ex colega o haz algún curso en tu universidad», sugiere. «Hoy en día es esencial actualizar tus habilidades tecnológicas porque la tecnología avanza rápidamente. Incluso si no tienes pensado volver a trabajar pronto, mantenerte en contacto con la profesión hará que no pierdas la posibilidad.»

Por suerte, las mamás recientes de 30 y pico todavía tienen mucha resistencia y capacidad de recuperarse, cualidades que vienen muy bien para criar a niños pequeños. Aunque cada mujer tiene un proceso de maduración diferente, es más probable que las mamás de esta edad se conozcan mejor que las mamás de 20 y pico y seguramente no sean tan rígidas en sus métodos de crianza como las mujeres de más de 40, dice la psicóloga Leah Seidler de San Francisco.

«A mí todavía me quedaba mucha energía después de haber criado a mis seis hijos», afirma Catalina Aguirre, que después de toda una vida de ama de casa decidió abrir una guardería cuando ya tenía cerca de cuarenta años y su hija menor tenía doce.

La española Lorraine C. Ladish, autora de Estoy embarazada, ¿y ahora qué? y de otros 14 libros que incluyen temas de maternidad y creatividad infantil, tuvo su primera hija a los 37 años y la segunda a los 40. «Siempre pensé que me gustaría tener hijos antes de los 25 años, pero no se dieron las circunstancias propicias», afirma. «En la treintena tuve a mi primera hija siendo muy consciente de lo que hacía y me preparé mental, física y emocionalmente durante mucho tiempo para poder ser una madre sana y consciente, pero sin ser sobreprotectora. No sé si hubiera logrado lo mismo con menos años. Ahora tengo 45 años, mis hijas me mantienen joven y sigo siendo capaz de combinar la maternidad con mi profesión», añade.

Desventajas

Cuando entras en la década de los 30, las probabilidades de quedarte embarazada son apenas un poco más bajas que para finales de la década de los 20 y el riesgo de aborto espontáneo o de un bebé con síndrome de Down es tan sólo un poco más alto, pero a los 35, esa disminución en la fertilidad comienza a acelerarse. Los 35 son también la edad en la que el síndrome de Down y otras anomalías congénitas comienzan a preocupar más, y por eso los especialistas recomiendan que las mujeres de más de 35 se hagan durante el embarazo ciertas pruebas rutinarias como la amniocentesis, la biopsia de corión u otras pruebas fetales.

Los abortos espontáneos también aumentan lenta pero ininterrumpidamente a medida que la mujer envejece, como también lo hacen las complicaciones relacionadas con el embarazo. Una mujer de más de 35 años tiene mayores probabilidades de tener un embarazo ectópico o extrauterino que una mujer de menos años. Los índices de cesáreas son también más altos para las mujeres de más de 35: las madres primerizas de esta edad tienen una probabilidad del 40 por ciento de dar a luz por cesárea mientras que las mamás primerizas de entre 20 y 30 años tienen una probabilidad del 14 por ciento. Los especialistas dicen que estos aumentos en los índices de cesáreas se deben a problemas del embarazo como sufrimiento fetal o prolongación de la segunda etapa del parto, que son más comunes en las madres de más edad.

Por supuesto, cada mujer envejece a su propio ritmo pero los especialistas dicen que a los 35 es necesario que la mujer que quiera tener hijos se tome en serio esta cuestión, especialmente si quiere tener más de uno. El doctor Manuel Fernández-Sánchez, director de la clínica del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Sevilla aconseja a las mujeres de más de 35 años que exploren sus posibilidades. «Dado que a partir de los 35 años es muy habitual que aumenten las dificultades para conseguir un embarazo, y comienza el proceso por el que el reloj biológico del ovario empieza la cuenta atrás, sería muy útil que acudas a un especialista y valoréis juntos la reserva de tu ovario, es decir, la capacidad de producir óvulos y crear un embarazo», afirma el doctor Fernández-Sánchez. «A veces del estudio se desprende que tu ovario no tiene mucho más tiempo de funcionamiento y puedes plantearte adelantar tus deseos de ser madre o, bien, con técnicas que están resultado muy exitosas en la congelación de ovarios, como la vitrificación, pensar en congelar tus óvulos para evitar ese deterioro del paso de los años por tu ovario», añade.

Tus probabilidades de éxito

James Goldfarb, director de servicios de infertilidad y fertilización in vitro en la Cleveland Clinic Foundation en Ohio pone las estadísticas en perspectiva: «Se produce una clara caída de la fertilidad entre los 29 y 35 años pero la mayoría de las mujeres de 35 todavía no tienen problemas», comenta. «Sin embargo, a los 38 ó 39 la edad pasa a ser un factor importante».

En términos generales, cuando tienes entre 30 y 40 años la probabilidad de quedarte embarazada es de alrededor del 15 por ciento en un único ciclo de ovulación, de acuerdo con el conocido especialista en fertilidad Sherman Silber, director del Centro de Infertilidad de St. Louis en el Hospital de St. Luke, Missouri y autor de cuatro libros sobre fertilidad de gran éxito, entre ellos How to Get Pregnant (Cómo quedar embarazada). Tus probabilidades de concebir en el año en el que has empezado a intentarlo son de alrededor del 75 por ciento. Pero dado que la fertilidad disminuye a medida que te aproximas a los 40, hacia finales de la década de los 30 tus probabilidades de quedar embarazada dentro del año caen al 65 por ciento.

El riesgo de aborto espontáneo aumenta paulatinamente a partir de los 30, desde aproximadamente el 12 por ciento para las edades de 30 a 34 hasta el 18 por ciento para las edades de 35 a 39. Las madres primerizas de más de 35 tienen una probabilidad del 40 por ciento de dar a luz por cesárea, mientras que la probabilidad para las mamás primerizas de entre 20 y 30 es del 14 por ciento.

A la edad de 30, el riesgo de tener un niño con síndrome de Down es de uno en 759. Ese riesgo pasa a ser de uno en 302 cuando tienes 35.

De los 35 a los 39 es también cuando hay mayor probabilidad de que las mujeres tengan mellizos, aun sin los tratamientos de fertilidad que aumentan las probabilidades de tener nacimientos múltiples. Normalmente liberas un óvulo por ciclo. Pero a medida que envejeces, aumenta el nivel de FSH (hormona folículoestimulante o folitropina). Cuando se produce este aumento hormonal, hay posibilidades de que durante un ciclo liberes más de un óvulo, lo cual incrementaría las probabilidades de un nacimiento múltiple. Así, aunque las mujeres de más edad tienen estadísticamente menos posibilidades de quedar embarazadas, si conciben, tienen más probabilidades de tener mellizos.

Qué debes hacer si quieres quedarte embarazada ahora

Dejando de lado la edad, si quieres aumentar al máximo tus probabilidades de tener un embarazo normal y un bebé sano, deberías considerar tomar algunas medidas importantes antes de iniciar el camino hacia la concepción. Haz clic aquí si quieres obtener algunos consejos para prepararte para concebir.

Si tienes menos de 35 y no te has quedado embarazada al mantener relaciones sexuales frecuentes (alrededor de dos o tres veces por semana) sin utilizar ningún método anticonceptivo durante un año, probablemente sea el momento de hacer una consulta a un especialista en fertilidad. Si tienes 35 o más, deberías pedir cita con el especialista si no te quedas embarazada después de haber mantenido relaciones sexuales sin protección durante tres a seis meses. Y si conoces alguna razón que te haga sospechar que tendrás problemas para quedarte embarazada, como por ejemplo, si a veces no tienes el periodo, si tienes o has tenido una enfermedad de transmisión sexual, o si tu pareja tiene problemas con la producción de esperma, será conveniente que consultes a un especialista en fertilidad incluso antes de que trascurra dicho período.