El Dienogest, un progestágeno sintético de última generación, con actividad antiandrogénica, podría ser una alternativa a la fecundación asistida para muchas mujeres que han decidido retrasar su maternidad a una edad en la que la producción de óvulos es más baja y de menor calidad.

En experimentos con ratones, publicados la última semana, la aplicación de dienogest ha frenado significadamente el desgaste de folículos primordiales (estructuras en las cuales están almacenados los óvulos) en los ovarios y bloquea la ovulación. Los ratones tratados con esta sustancia por un equipo de investigadores japoneses presentaban una reserva de óvulos más grande que los animales no tratados de la misma edad, y eran más fértiles después de interrumpir el tratamiento, a pesar de la edad relativamente avanzada.

Según el doctor Jan Tesarik, director de la Clínica MARGen, especializado en casos complejos de fertilidad, “dienogest puede ser una opción muy interesante para ser evaluado con el fin de permitir ser madres a mujeres con edades relativamente avanzadas, de forma natural y sin necesidad de recurrir a la reproducción asistida”.

Este medicamento tiene efectos anticonceptivos y se utiliza también para aliviar síntomas de ciertas enfermedades ginecológicas, tales como endometriosis o el síndrome de ovarios poliquísticos. “Queda por confirmar su eficacia en humanos a la hora de conservar in vivo óvulos de buena calidad y capacidad reproductiva hasta edades relativamente avanzadas de la mujer y, también, determinar hasta qué edades sería eficaz”.

Según el doctor Tesarik, dienogest podría ser útil tanto para “evitar embarazos no deseados como para devolver a estas mujeres la posibilidad de procrear de manera natural después de parar el tratamiento.”

Madres cada vez más tarde

Según un informe de la ONU, la edad media para contraer el primer matrimonio o formar la primera pareja estable se está retrasando progresivamente en todos los países desarrollados.

En España, según el Instituto Nacional de Estadística la edad media de las mujeres españolas en su primer matrimonio ha pasado de 24 años en 1976 a 33 años en 2016. Del mismo modo, la edad media de la maternidad se está retrasando, pasando de 25 años en 1975 a 31 años en 2015.

La decisión de posponer la maternidad responde a factores socioeconómicos y también está relacionada con el aumento de la esperanza de vida. Sin embargo, el reloj biológico que controla la actividad de los ovarios no evoluciona al mismo ritmo. De esta manera, la decisión de ser madre coincide a menudo con una edad en la que se ha reducido la cantidad y calidad de óvulos disponibles en los ovarios. Actualmente, la respuesta a esta situación está en las  técnicas de reproducción asistida, sea mediante la aplicación de protocolos personalizados de estimulación ovárica o mediante la técnica de criopreservación (vitrificación) de óvulos para su utilización posterior.

Tercera vía

Las últimas investigaciones científicas están abriendo una tercera vía para resolver los problemas de fertilidad de las mujeres a medida que aumenta su edad sin necesidad de recurrir a la reproducción asistida, la clave está en mantener la cantidad y calidad de los óvulos a pesar de la edad.