El deseo sexual en la pareja, varía de una época a otra y también depende mucho del estado de ánimo de cada persona. Por ejemplo, “si hay un exceso de estrés, el deseo sexual se inhibe. En ocasiones, otros motivos son hormonales o físicos y es normal que haya rachas de mayor o menor libido”, subraya Laura Palomares.

No obstante, si observamos que nuestra libido es normal, no hay motivos externos que nos afecten especialmente, pero si con nuestra pareja no hay atracción, debemos revisar qué ocurre.

La falta de atracción y deseo sexual hacia el otro suele provocar sentimientos de culpa que, por otro lado, “también influyen sobre el mismo deseo haciendo que baje. Esto dan lugar a un círculo vicioso que trae consigo la evitación de contacto físico y afectivo y otros problemas de comunicación”, señala Palomares.

¿Cuál es la causa de la falta de deseo en la pareja?

En ocasiones, las causas son profundas: una “deuda histórica”, un enfado escondido, problemas continuados con la familia política, inseguridades personales o tabúes, pueden están detrás de ese descenso de deseo hacia la pareja.

Deseo en la pareja

En estos casos, la psicóloga recomienda acudir a terapia sexológica antes de que se produzca un mayor alejamiento afectivo y físico.

Algunos tips para gestionarlo

La comunicación entre la pareja es fundamental. Es imprescindible poner el problema sobre la mesa, con calma y objetividad y, muy importante: sin buscar culpables.

Laura Palomares, directora del centro especialista en Terapia de Pareja nos da estos consejos para intentar un acercamiento:

Revisar si existen espacios de ocio conjunto suficientes y fomentarlos.

Tocarse más. “La caricia genera un aumento de oxitocinas y endorfinas en el organismo, las hormonas del amor y el bienestar, y éstas siempre ayudan a fortalecer el vínculo”, expone.

Más literatura erótica. La fantasía es la base de nuestro deseo y la literatura erótica es un potente estimulo sexual, que despertará nuestro “órgano sexual” más importante: la cabeza.

Crisis de pareja

Si las causas son profundas o la pareja no sabe cómo abordar con tranquilidad la situación y está generando discusiones, la experta sugiere “acudir a una terapia de pareja con un psicólogo especializado en sexología, con el fin de trabajar los condicionantes individuales que revierten sobre la pareja, además de las dificultades propias de la relación”.