Dicen que todos tenemos un Ángel… el mío es Ángel de Thierry Mugler. Y en esta ocasión, la mítica fragancia tierna, golosa y envolvente, se reinventa en una nueva fragancia exclusiva para la noche: Eau de Parfum de Nuit “Angel Étoile des Rêves”.

Esta reinterpretación, “Estrella de los sueños”, es una nueva versión delicada y sedosa, que acompaña a la mujer Ángel hasta el amanecer. Con Étoile des Rêves, Ángel crea el ritual de perfumado de alcoba y un nuevo Eau de Parfum para las noches, complementado con una vela perfumada.

Un buen descanso por las noches es lo que todas necesitamos. ¿Qué mejor que dormir envueltas en una exquisita fragancia? Angel Étoile des Rêves puede vaporizarse sin moderación tanto en las sábanas como en el camisón, y sobre la piel. Inspirado en la tradición del velador, su frasco esférico incorpora una pera vaporizador, para hacer del gesto de perfumado un ritual más delicado.

Este nuevo ritual íntimo y precioso,se desarrolla en dos etapas: primero se vaporiza el Eau de Parfum de Nuit Angel Étoile des Rêves sobre la piel y las sábanas, para hechizar la noche con una caricia suave como la seda; luego se enciende la vela perfumada Angel Étoile des Rêves, para iluminar y crear un ambiente intimista. De este modo, la noche se convierte en un momento evocador envuelto de glamour perfumado.

Ángel Étoile des Rêves está enriquecido con notas olfativas de almizcle blanco, bergamota, praliné, pachuli y vainilla. Como Mugler nos tiene acostumbradas, esta fragancia cautiva y huele fenomenal.

Por su parte, la vela Angel Étoile des Rêves, completa el ritual con los aromas de Ángel, transformando el dormitorio en un delicioso velador. Al difundir una luz intimista, despierta muchas emociones, y una sensación de intimidad plena de dulzura.

Su precioso diseño en forma de estrella, el símbolo positivo y universal de Ángel, decora, sublimando el  tocador o la mesita de noche. ¡Es muy mona, me encanta!

Me encanta este ritual de noche y es ideal para disfrutar sola o con esa persona especial. Terry Mugler nunca falla.