Todos los que tenéis niños pequeños como yo, seguro que alguna que otra vez habéis tenido que enfrentaros a su pereza para hacer una determinada tarea. Los motivos que pueden llevar a los niños a ser perezosos, por ejemplo a la hora de recoger su cuarto, pueden ser muchos y muy variados. La causa más habitual de todas, es que simplemente esa tarea no les motive. No obstante, también hay otras que pueden creer que es una tarea demasiado complicada y no van a saber realizarla.

Pues bien, hoy quiero hablaros de un método japonés contra la pereza de los niños que funciona muy bien, el Método Kaizen; si lo traducimos al español, significa literalmente “sabiduría para cambiar”.

¿En qué consiste el Método Kaizen?

Lo primero es detectar la tarea que le dé más pereza realizar a nuestro hijo, pude ser recoger su cuarto, a pocos les gusta hacerlo. El siguiente paso, es hacer que todos los días a la misma ahora destine un minuto a esa tarea; por ejemplo, todos los días a las 20:30 el niño o la niña, tienen que dedicar un minuto a recoger su habitación.

Quizá suene un poco raro eso de hacer una tarea durante apenas 60 segundos, pero es solo el primer paso. El objetivo es que poco a poco, nuestro hijo vaya interiorizando que todos los días a esa hora, debe dedicar un minuto a recoger su habitación, hasta que llegue un momento en el que ya no le cueste hacerlo; o incluso que nosotros como padres no se lo tengamos que recordar.

Cuando esto ocurra,  podemos aumentar el tiempo hasta los 5 minutos. Una vez se acostumbre a realizar esa tarea durante este tiempo, ya podemos pasar al siguiente y último nivel: 10 minutos.

Claro que establecer un tiempo para que realice una tarea no lo es todo. Nosotros como padres tenemos que ser capaces de motivarle, de incentivarle y de hacerle ver que esa tarea es algo divertido.

¿Funciona el Método Kaizen?

Sin lugar a dudas, es una manera de realizar una tarea que a los niños no les gusta de forma paulatina. De esta manera, poco a poco se irán acostumbrando a ella y llegará un día en el que no les suponga ningún esfuerzo.

Claro que este método contra la pereza también nos lo podemos aplicar a nosotros, los adultos. Simplemente tenemos que pensar en una tarea que nos cueste mucho hacer y seguir el mismo método que con nuestros hijos.