La respuesta está en la Nutrigenética ¿Sabías que el gen ADRB2 27Glu, en su combinación Glu/Glu, especialmente en mujeres, confiere cierta resistencia a la pérdida de peso ante niveles de actividad física elevados? ; Si en tu genoma está inscrita esta variación, lo que te conviene para perder peso es un ejercicio aeróbico moderado. Las personas que presentan una buena respuesta frente al ejercicio, es gracias a contar con este gen en la forma Gln/Gln.

No siempre ante un mismo caso de obesidad (en distintos individuos), con las mismas recomendaciones generales de dieta restrictiva en carbohidratos y grasas saturadas, más la incentiva en ejercicio físico, se obtiene el mismo resultado. La valoración de según que genes es decisiva para conocer el funcionamiento del metabolismo. Por ejemplo, las personas que portan en su genoma las combinaciones CC o TC del gen APOA5 presentan un comportamiento distinto al habitual, pues mientras la reducción de grasas en su dieta no ayuda a disminuir su masa corporal, la ingesta de grasas monosaturadas y PUFAs sí beneficiaría su pérdida de peso.

Sin embargo, las personas que portan en su genoma las forma TT del gen APOA5, tienden a aumentar su índice de masa corporal ( IMC ) a medida que ingieren más grasas. En cuanto a los hidratos de carbono, uno de los genes que nos desvela si son adecuados o no para nuestra dieta se conoce como PLIN 11482 G >A. Cuando aparece con las combinaciones que incluyen su forma poco habitual (A), ya sea AA o AG, para perder peso se tendría que aumentar considerablemente la ingesta de “hidratos de carbono complejos”. En este caso la dieta absolutamente restrictiva en hidratos no vale, ya que el menor consumo de estos, conllevaría al aumento de la  masa corporal, especialmente a nivel abdominal. Cuando el PLIN 11482 G >A aparece como GG el comportamiento del organismo es totalmente contrario y más similar a resultados a que estamos acostumbrados, es decir adelgazar reduciendo el consumo total de hidratos de carbono.

Un test genético proporciona una información muy válida para poder actuar con mayor rentabilidad sobre los factores externos, como son el ejercicio, la alimentación, el estrés, etc.; nos da información de cuánto influyen estos sobre nuestro peso, y que pautas tomar “, nos comenta Ingrid Castaño nutricionista de Genomic Genetics International. Dependiendo de cómo metaboliza el organismo y de las variantes genéticas, puedes presentar acumulación de grasa a nivel abdominal (obesidad abdominal) que afecta al organismo más de lo que creemos. Un metabolismo energético muy eficiente (con un gasto calórico disminuido), representa que el organismo está bien preparado para desarrollarse en un ambiente con poco acceso al alimento. Por lo tanto, dependiendo de la combinación genética que se tenga, habrá mayor riesgo a desarrollar la grasa abdominal.

La personalización de la prescripción basada en la Nutrigenética resulta fundamental, “Existe una idiosincrasia metabólica, y las capacidades adaptativas del organismo para defenderse son diferentes en cada caso. Esta información es el resultado de una valoración clínica y genética, junto con la información de las características antropométricas del paciente y su estilo de vida.