Hoy quiero recomendaros un lugar especial, un lugar con encanto, un lugar al que todos deberíamos ir al menos una vez en la vida, me refiero a Andorra, para mí «La Bella».

El pasado fin de semana tuve la gran suerte de conocer Andorra, ese gran pedacito de tierra, que esconde en sus rincones mucho más que nieve y montañas.

El viaje lo hicimos un grupo de blogueras/os, que casualmente nunca habíamos estado allí, para el grupo era algo nuevo, algo por descubrir…

Nuestra experiencia comienza el viernes en el AVE Madrid, primer destino Lérida, el viaje rapidísimo, un gran murmullo se escuchaba en el tren. Imaginaros en su primera toma de contacto a 8 blogueras/os de distintas temáticas, pero eso sí, todos con un único objetivo, descubrir Andorra.

La llegada a Andorra fue ya de noche y estaba nevando, pero a pesar de eso, encontré a una Andorra con mucha vida.

El hotel Husa Centric, que era en el que nos alojamos, se encontraba en la avenida Meritxell, una avenida muy céntrica, llena de luces, comercios y gente en movimiento. Un hotel de cuatro estrellas que cuenta con diferentes espacios de ocio, spá, jacuzzi, baño turco, sauna, salas de masajes, gimnasio y salón con chimenea, un hotel ideal para estancias turísticas.

La primera visita la hicimos al Palau de Gel (Palacio de Hielo), este lugar cuenta con grandes instalaciones deportivas, y una gran pista de hielo donde tuvo lugar nuestra primera prueba de la gincana en Andorra. Allí nos esperaba Audrey, una chica encantadora que estuvo pendiente de todo nuestro viaje y se preocupó de que no nos faltara de nada, con ella y con Vicent, el conductor de la minibús, que nos aguantaba todo el día y que era todo un encanto, pudimos disfrutar de una cena exquisita en el restaurante del Palacio de Hielo.

La Mañana del sábado, subimos a las pistas de Vallnord, la subida fué todo un espectáculo, un paisajismo brutal, nieve, pueblos preciosos escondidos entre valles, agua que baja de las montañas y cruza pequeños puentes, algunos de madera. Un lugar privilegiado, en el que pudimos disfrutar como niños de un día de nieve entre trineos, sky bikes y guerras de bolas.

La comida tuvo lugar en el restaurante de Caldea (el Balneario), donde además de disfrutar de una gastronomía exquisita pudimos disfrutar de unas excelentes vistas a las piscinas.

Y después de comer que mejor manera de relajarnos que con la entrada al balneario. Nuestra estancia tuvo lugar en el Espacio Wellness, donde fuimos recibidos de forma personalizada, y donde nos facilitaron el material de baño (una toalla, un albornoz y unas chanclas) y después de una visita guiada, llegó la hora de dejar atrás el cansancio, las preocupaciones y el estrés de vivir en una gran ciudad como Madrid, para adentramos en la laguna y hacer un recorrido inolvidable por unas instalaciones únicas, poniendo a nuestro alcance las propiedades del agua termal en un baño azteca con corriente, rodeado de un jardín tropical, un baño de pomelos en un jardín japonés, jacuzzis exteriores, baño relajante en un entorno zen… Qué maravilla, gracias a Caldea tuvimos una tarde llena placer, relajación y evasión.

Relajación que vino muy bien para hacer uno de mis deportes favoritos, el shopping, y es que ¿quien se resiste en Andorra a ir de tiendas? Es otro de los placeres a añadir de esta tierra, tiendas y más tiendas en un entorno bello y a precios irresistibles.

Y como el shoping da un hambre terrible, tocaba cenar, esta vez lo hicimos en el Molí dels Fanals, un restaurante de cocina tradicional regentado por la familia Bellsolá, situado en una típica borda andorrana, allí nos esperaba Noemí, con la que pudimos disfrutar de este lugar de ambiente cálido y acogedor, donde su especialidad es la cocina de cazuela, las carnes a la brasa y la repostería, un auténtico placer que os recomiendo ya, no dejéis de probar el pollo de corral con cigalas, riquísimo.

El domingo la visita era a Naturlandia, un eco-parque con paisajes maravillosos y actividades para toda la familia.

En él podremos disfrutar de esquí de fondo a 2.050 metros de altura, parque de toboganes de nieve único en los Pirineos, espacio tobotronc, parque infantil, pista de hielo, poblado de perros nórdicos, quads, motos de nieve, paintball, tiro con arco y el aula de naturaleza, donde podrás disfrutar en familia de las actividades de naturaleza más divertidas y respetuosas con el entorno.

Y llegó la peor parte del viaje, la vuelta a casa, estaba deseando ver a mis niños, les había echado un montón de menos, pero me daba pena dejar Andorra, pero volveré, volveré muy pronto, y volveré porque quiero enseñar a mis niños toda esa magia que guarda Andorra.

Si quieres estar al tanto de todo a lo que acontece en Andorra aquí te dejo toda la información sobre sus diferentes canales en internet, con sus enlaces: