Si lo que quieres es lucir un pecho estupendo este verano, y tu problema es que se te ha vaciado un poco en la parte superior a causa de un embarazo, una lactancia, o a consecuencia de un adelgazamiento drástico; o bien tienes un poco de asimetría, o deseas simplemente tener una talla más de sujetador porque crees que te verías mucho más atractiva, esta información es para ti.

Un aumento de pecho moderado con resultado absolutamente natural, sin cicatrices, sin implantes es posible con grasa autóloga de la propia paciente, por lo que no existe rechazo. Es lo que en cirugía estética se llama “lipofilling”.

Y, como indica el término, se trata de quitar grasa de donde sobra (lipo), para ponerla donde falta (filling). Lo que quiere decir que es necesario tener grasa en el abdomen, en las piernas o en las caderas. Así que sí, efectivamente no solo lucirás un pecho perfecto, sino también un cuerpo 10, pues en una única intervención se puede realizar una lipoescultura y un aumento de pecho.

El resultado es permanente, se aprecia de forma inmediata, aunque no será definitivo hasta los cuatro meses, cuando las células de grasa injertadas son estables, han sobrevivido y arraigado. Y para aquellas que desean más volumen, se puede realizar un segundo tratamiento a los 6 meses, siempre que haya posibilidad de obtener más grasa.

Aumeto de pecho: La técnica

En Clínica Menorca, el doctor Ángel Martín, director médico, realiza la operación de pecho con anestesia local y sedación, y se puede hacer vida normal inmediatamente.

En primer lugar, se practica una liposucción para obtener el doble de la grasa que se va a implantar, pues el 50% de la cantidad obtenida se perderá en el proceso de depuración. La grasa, además, ha de ser de buena calidad para asegurar su supervivencia. La grasa superficial o celulitis no vale, se necesita grasa profunda del abdomen, caderas, cara interior de muslos o de rodillas, todas ellas unas excelentes zonas donantes.

El siguiente paso es depurar y purificar la grasa separándola del resto de los elementos mediante una centrifugación suave. Ésta es la parte más importante del procedimiento, cuanto más pura sea la grasa, mayores posibilidades de conseguir su supervivencia.

Después la grasa obtenida se inyecta en el pecho a través de unas cánulas muy finas en varias capas para aumentar la superficie de contacto entre el injerto implantado en el pecho y los tejidos receptores, en este caso, el músculo y la glándula mamaria, para que reciban suficiente oxígeno y aporte sanguíneo. De esta forma se logra una mejor vascularización de las células grasas y con ello un aumento de la supervivencia de la grasa injertada. Según el doctor Martín, “Ésta es la razón principal por la que no se puede injertar un gran volumen de células grasas, porque para sobrevivir y ser asimiladas por el organismo hay que injertarlas en pequeñas cantidades para que reciban los nutrientes necesarios”.

El lipofilling no está indicado en mastopexia de aumento ni para elevar los senos, tan solo para conseguir un aporte moderado de volumen.

Con el lipofilling aún estás a tiempo de hacerte los retoques necesarios para lucir un pecho perfecto. Los resultados son permanentes, absolutamente naturales y no deja cicatrices.