¿Cuántos de vosotros habéis jugado con plastilina siendo pequeños?. Para mí, sin lugar a dudas, ha sido uno de los juegos favoritos de mi infancia; me encantaba pasar la tarde jugando con mis amigos creando todo tipo de cosas con plastilina. Además de ser un juego súper divertido, me parece que la plastilina es una manera fantástica de fomentar la creatividad y la imaginación en los más pequeños. Si tenéis hijos, a continuación quiero contaros algunos juegos con plastilina que me parecen muy interesantes.

Crear animales con plastilina

Una de las opciones más divertidas para los más pequeños es crear animales con plastilina. Además de divertirse un montón, es una buena forma de que poco a poco se vayan familiarizando con el mundo animal y conociendo las distintas especies que existen.

El más fácil de todos es el oso. Para crearlo, lo primero es hacer una bola grande que será el cuerpo y otra bola más pequeña, la cabeza. Luego simplemente hay que ir dando forma a las orejas y a las patas. Y, por último, con plastilina de otro color, se crean los detalles de la cara: ojos, nariz y boca. Como podéis ver en la imagen mas arriba, el caracol también es uno de los mas sencillos, para iniciar a los niños en la pastilina. 

Crear objetos cotidianos con plastilina

Otra muy buena opción para jugar con plastilina con los niños es crear objetos del día a día. Por ejemplo, un ordenador portátil. El proceso de creación es muy sencillo.

Lo primero es tomar un trozo de plastilina de un color que les guste a los pequeños y extenderlo hasta que quede totalmente plano; no debe ser muy fino para que no se rompa al manipularlo. Luego, se dobla para que quede la forma de un portátil. Con plastilina de otro color, se coloca la pantalla. Y, por último, con plastilina de un color diferente, se hacen algunos puntos a modo de teclado.

Crear objetos de la naturaleza

Desde pequeños, es importante que los niños conozcan muy bien el mundo que les rodea y del que forman parte. Por eso, una buena idea para jugar con plastilina con ellos es crear elementos de la naturaleza como por ejemplo una flor.

Para crear una flor basta con elegir un trozo de plastilina por ejemplo de color blanco y darle una forma redonda. Luego, se le añaden los pétalos a su alrededor, por ejemplo en color naranja. Y, por último, el tallo con hojas en verde.

En función de la edad de los niños tendréis que ayudarles a crear todas estas cosas con plastilina. Es una manera fantástica de pasar tiempo con ellos e ir fomentando ese vínculo entre padres e hijos. Además, ¡recordaréis los mejores momentos de vuestra infancia!